lunes, 4 de junio de 2012

CASILDO



     LOS FOTOGRAMAS  DE  LA  MEMORIA
CASILDO

Si hay una cosa en nuestra vida generadora de recuerdos, por excelencia, es la escuela. En ella pasamos parte demuestra niñez y adolescencia, incluso primera juventud. En ella tomamos contacto con una realidad que será una constante en nuestra vida durante mucho tiempo.
Mi experiencia escolar estuvo plagada de momentos negativos y desagradables situaciones, donde el sobresalto y el miedo era una constante con unos profesores que ejercían, injustificadamente, la violencia infringiendo todo tipo de castigos con total impunidad. Vi, en cierta ocasión, como uno de mis maestros propinó una soberana paliza a unos de mis compañeros por el mero hecho de no haber hecho los deberes en casa.
Eran años donde la cultura de la violencia empleada sobre los débiles e indefensos, era algo cotidiano y asumido como algo natural, incluso por parte de las víctimas. Persistía la asunción por parte de los débiles, de su condición de seres inferiores y cuyos derechos más fundamentales se habían resignado a perder de por vida. Expresar una idea, opinar sobre algo que contraviniera el status social y político establecido entonces, suponía auto condenarte a unos cuantos años de cárcel. Esta situación de indefensión, injusticia y represión, se prolongaba en la escuela. Una escuela en la que la historia estaba manipulada hasta extremos demenciales.
Yo de niño era un lector de tebeos. De aquellos tebeos baratos, de continuar  y las revistas como Pulgarcito, Florita y El Coyote pero me guardaba muy mucho de llevar alguno al colegio, donde tanto en cuanto, El Director del mismo ordenaba registrar las carteras y tebeo que encontraba, tebeo que era requisado. Eran una enseñanza cultural y moralmente mutilada por la intolerancia y la represión. Fueron oscuros, donde la gente vivía engañada dentro de un orden, sin libre albedrío.
Las páginas de las publicaciones de Bruguera leídas hoy (cuando ya no soy un lector  inocente y con poca experiencia) despiertan en mí una serie de ecos y respuestas que me hacía y que todavía no han desaparecido completamente, que vuelven a la presencia, azuzados por el azar y la necesidad mediante estas imágenes dibujadas. Dijo Enric Sió que la historia de la España de esos años estaba reflejada, semana a semana, en las páginas de Pulgarcito. Y ese mismo baremo puede y debe aplicarse a todas las demás publicaciones humorísticas de la Editorial Bruguera..
Todos los que vivimos esos años tenemos en nuestro corazón un rinconcito para esos tebeos que quedaron en la lejanía de la historia. Y de esos tebeos guardo un recuerdo muy especial de uno de los más celebrados personajes de la Editorial: Casildo
-Lejanos quedan ya los tiempos de las primeras historietas de Casildo, unas historietas diferentes a las habituales que habíamos leído hasta entonces. Donde dibujos y palabras se daban la mano para un objetivo común: entretener. Páginas y páginas que ya forman parte de la historia de la historieta en nuestro país.
Muchos tuvimos la suerte de disfrutar de aquellos tebeos. Cada semana comprábamos revistas como Mortadelo, DDT, Tiovivo y Pulgarcito y leíamos sus páginas con avidez. Los tebeos estaban en todas partes, incluso en las consultas de los médicos Nuestra niñez no se puede recordar sin aquellas revistas llenas de un humor amable e ingenioso que nos dieron a conocer distintos aspectos de la sociedad y de la vida cotidiana de la gente, con sus sinsabores incluidos.
Manuel López

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