¿ Qué han hecho conmigo ?
¿Y para qué, Dios mío, tantos afanes?
¿ Dejaría el cántaro de ir a la fuente,
la hoz al grano y el estudiante al libro?
Atlas fue solamente un individuo
con una prolongada pesadilla :
sostener el mundo en su espalda .
¡ Lejos de mí ese falaz susurro ,
promesa de un destino sobresaliente !
¿Y la bola en que ese destino se juega ,
Es acaso el centro y ombligo del universo?
Y para qué, Dios mío, tantos afanes?
¡ Tantos dioses y pastores , glorias y riquezas ,
a cambio de consumir infancia y adolescencia !
¡ Seguridad vocinglera con que le hablan sus docentes !
Condenado a vivir y morir en la incertidumbre;
de que es una cosa arrastrada por el viento,
una cosa destinada a agotarse,
como el trigo, bajo los rayos del sol.
Un buen día , ese niño que hoy tenemos ,
paseará por la calle , pensará en su porvenir,
en el papel que representará en el mundo.
Despertarán en él ambiciones y arrepentimientos.
De pronto ocurrirá algo imprevisto;
se detendrá debajo de un árbol
y permanece como a la espera de
que alguien le llame por su nombre.
Se deslizará en su conciencia sombras de cosas pasadas;
voces de la escuela que le susurran un mensaje que
le habla de las limitaciones de la vida .
La tristeza de lo falaz caerá sobre el muchacho.
Se mirará atónito a sí mismo como una simple hoja
que el viento arrastra por las calles de su ciudad.
¿ Qué han hecho conmigo ? -se preguntará .
HASIERAN
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