domingo, 24 de marzo de 2019

198 Cantigas de Santa María







Esta es cómo Santa María hizo hacer las paces, y que se perdonasen, unos hombres que querían matarse unos con otros, ante su iglesia de Terena. "Muchas veces revuelve el demonio a las gentes, por sus pecados, lo que no quiere Santa María cuando se encomiendan a Ella."
 De esto sucedió en Terena un milagro muy hermoso, que mostró Santa María y muy sabroso de oír, y cuando lo oyeren creo que por muy maravilloso lo tendrán, y que debe ser incluido entre los preciados. En aquel lugar se juntaron hombres en gran compañía, que luchaban y hacían gran fiesta, a fuero de España; pero el demonio, lleno de mal, metió entre ellos tal saña que todos se dispusieron, corriendo, armados, a matarse.
 Y a lidiar comenzaron, hiriéndose con desmesura, y duró lo más de la noche esta desventura, creyendo que se mataban; pero la noble Virgen pura no quiso que aquéllos, que eran romeros de Ella, muertos, ni aun llagados fuesen, en la lid, ante su casa, en medio de un llano, donde se pelearon, bien, desde que comenzara a atardecer, y cuando se creyera que estaban matándose, al fin y al cabo, hizo que todos quedasen amigos y muy pagados los unos y los otros.
 Y cuando andaban buscando los muertos para enterrarlos, y a a los otros mal llagados para mandar curarlos, no quiso Santa María que hallasen a ninguno; aunque muchos perpuntes y escudos hallaron golpeados.
 Ya que no hubo ninguno de ellos que recibiese herida, ni aun que le tocasen la carne, pues no lo quiso la muy cumplida Reina Santa María, ya que Ella nunca se olvida de valer a los que ama ni a los que son cuitados. Por ende, este milagro lo tuvieron por muy grande todos cuantos lo oyeron, y por ello grandes gracias dieron a Santa María, y después hicieron su fiesta y dieron allí ofrendas, unos de sus dineros, otros de sus ganados.




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