sábado, 30 de marzo de 2019

199 Cantigas de Santa María


Castillo de Burguillo del Cerro ( Extremadura)





Había un peletero que vivía y trabajaba en el castillo de Burgillos del Cerro, en la frontera de Jerez de los Caballeros. Nunca observó las fiestas de la Virgen. En su fiesta en marzo (Anunciación), cuando estaba cosiendo las pieles, colocó su aguja en su boca.
Se lo tragó accidentalmente y se alojó en su garganta. No pudo ni quitarlo ni tragarlo, y su garganta se hinchó y su rostro se puso negro. Él mismo se había llevado a Terena y juró hacer una ofrenda a la Virgen. Fue colocado ante el altar y se durmió, llorando y gimiendo.
 Mientras dormía, la Virgen le hizo toser la aguja. Salió de su garganta envuelta en un trozo de carne. Todos alabaron a la Virgen.





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