lunes, 25 de noviembre de 2019

Flamenco.Colombianas.





ORIGEN
Otro de los palos de ida y vuelta son las colombianas y, a pesar del nombre, su relación con Colombia no es otra que la que pueda tener cualquier otro de los géneros de ida y vuelta. Fue su creador Pepe Marchena, quien hacia 1931 compone una canción que titula “Mi Colombiana”, que con el tiempo alcanzaría el rango de palo flamenco. Parece ser, en opinión del guitarrista Rafael Nogales, que Marchena se inspiró para crear la colombiana en una canción vasca titulada “El pájaro carpintero”. El guitarrista Ramón Montoya realiza en 1932 una nueva versión de la colombiana acompañando a Marchena y al Niño de la Flor, que hacía la segunda voz y, en 1933, la grabara de nuevo con letra de Hilario Montes titulada “Quisiera cariño mío”, donde se añaden los matices que poco a poco van configurando la estructura melódica del género tal y como lo conocemos. La popular melodía y el sencillo acompañamiento hicieron que en pleno siglo XX naciese un nuevo género a partir de una creación de Marchena, hecho que demuestra cómo un palo flamenco puede nacer a partir de una canción, siempre que integre elementos musicales definitorios y con entidad suficiente para entrar a formar parte del universo estilístico del flamenco.




Durante la década de los sesenta y setenta las colombianas se recuperarán de la depresión sufrida en década anteriores, siendo revalorizado y enriquecido con nuevos matices por números artistas, entre los que destaca la cantaora Ana Reverte. La colombiana, se interpreta en compás binario, inspirado en el patrón rítmico de la habanera o ritmo de tango. No obstante, la forma primitiva, más emparentada con el carácter de las guajiras, tiende a realizarse sobre un ritmo interno en base al cual el intérprete alarga los tercios, demostrando así su capacidad cantaora, ralentizando el compás en función de una mayor y mas ornamentada expresión melódica. Las colombianas se interpretan en tonalidad mayor y cabe destacar el motivo que realiza la guitarra con los bordones, diseñando un bajo típico de este género e inspirado en el acompañamiento de guajiras y milongas. Es importante reseñar en este sentido que Pepe Marchena, creador del género, era a su vez un destacado intérprete de guajiras y milongas flamencas y que a la hora de componer la citada canción “Mi Colombiana” se inspiró sin duda en los géneros de ida y vuelta que él tanto apreciaba. En el plano melódico las colombianas responden a una melodía métrica con una ornamentación sobria si la comparamos con otros géneros flamencos y suelen basar sus tonadas en el modelo central que responde, con mayores o menores variaciones, al original de Pepe Marchena. Al igual que en otros cantes de ida y vuelta, como las rumbas, las colombianas pueden ser interpretadas a dos voces al estilo de la trova tradicional cubana o de bambuco colombiano. La estrofa sobre la que se interpreta suele ser la de seis versos octosílabos.

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