Fue una experiencia tan extraordinaria y a la vez sencilla que sobrecoge. Mística humilde. Una revelación de la que la Madre Teresa, pudorosa, casi nunca quiso hablar. Durante décadas, sólo contaría que había recibido una llamada dentro de una llamada, el mandato divino de dejar el convento y salir fuera a servir a los pobres en los barrios miserables. Ahora sabemos, gracias a los primeros indicios hallados en sus cartas y conversaciones, así como por su propia admisión posterior, que había sido agraciada con una experiencia de Dios abrumadora, una experiencia de tal fuerza y profundidad, de una luz y amor tan intensos, como más adelante la describiría, que cuando el tren llegó a la estación de Darjeeeling, Madre Teresa ya no era la misma. Aunque nadie lo supo en aquel momento, la hermana Teresa se acababa de convertir en Madre Teresa.
La Madre Teresa consideraba su experiencia del tren tan íntima e inefable que se resistía a hablar de ella con detalle. Su silencio prevalecería hasta los últimos años de su vida, cuando sintió la inclinación de levantar el velo.Pregunté a la Madre Teresa si había alguna conexión entre la experiencia del tren y las palabras de Jesús en la cruz : “Tengo sed “
¿ Era el encuentro de Madre Teresa en el tren , un encuentro con la sed de Jesús ? Se lo pregunté directamente- Ella, bajó la cabeza un momento, luego miró hacia arriba : “Si, es verdad “
AUTOR :RV PADRE LANGFORD
La Madre Teresa, como Jesús y algunos que otros Santos, sabian muy bien a que habían venido a este mundo, cosa que la mayoria de las personas no comprendemos, porque no encontramos esa luz que ilumine nuestro camino, pero si os diré que hemosvenido a eso, el tren esta ahí para el que sea capaz de comprender y cogerlo ¿ Pero cuantos lo cogen ? Nadie ¿ Y sabeis porque ? Porque tenemos miedo, porque nos aferramos solo a la creencia y como dijo Jesús, no todo aquel que siempre este diciendo Señor, Señor entrara en el reino de los cielos, sino aquel que cumpla con la palabra del Padre.
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