
referente humorístico
de la España franquista
Pulgarcito es la primera revista infantil que utilizó exclusivamente Guionistas y dibujantes españoles, y que durante su existencia hizo populares a muchos de sus personajes como: El reporter Tribulete, de Cifré; Zipi y Zape y Carpanta de Escobar; El loco Carioco de Conti, Doña Urraca de Jorge; Don Berrinche, Gordito Relleno y Don Pío de Peñarroya; junto a Las hermanas Gilda, de Vázquez y un largo etc.
Queremos una España faldicorta", había dicho José Antonio Primo de Rivera: su hermana le puso pololos en la sección Femenina.
El párrafo anterior refleja, o quiere reflejar, facetas de una época todavía cercana pero que, posiblemente, la mayoría de lectores no conoció, facetas de los años cuarenta, donde los niños y las niñas estaban totalmente diferen

En aquella España bajo el mando personal del caudillo no había partidos políticos, ni partición de poderes, ni siquiera libertades. Lo que sí había era censura, en especial a todo lo referente a la moral sexual relacionada a su vez con el trato y la educación de las mujeres. Por ello no se puede obviar la importancia testimonial de las historietas de los autores anteriormente citados, nos contaban cosas que aún hoy me pregunto como podían colarse en aquellos años. Eran historietas para niños pero niños mayores.
Aunque algunos de los postulados que se han venido aplicando a la revista Pulgarcito, han sido puestos en duda por un critico reticente a que el mejor retrato social de la época sea una revista infantil. Sin embargo, sería absurdo no reconocer que la publicación tenía un cierto aire intempestivo, un perfil aparentemente anacrónico que puede explicar parcialmente porque su importancia de crónica de una época ha sido puesta en duda por parte del reticente critico.

En el franquismo existía afortunadamente el humor; había una oleada de humor crítico que se desenvolvía en aquella revista. El humor era muy importante como medio de liberación, es necesario, no ya como arma, sino como punto de escape.
A la sombra de sus personajes, emergen escenarios y símbolos de la codificación de los espacios en sintonía con los diálogos. Una pluralidad de lugares surge de este mundo del humor - o, en este caso, un universo simbólico - intentando ofrecer al lector una visión crítica del régimen, del autoritarismo. A ellos debe el lector que, en medio de la asfixia franquista, corriera una brisa de surrealismo y delirio, una pincelada de color en medio de la mancha gris.
El humor de Pulgarcito puede afirmarse que creó un estilo propio. Mostró la otra cara de nuestra sociedad en aquellos años con sus incongruencias y frustraciones, y nos enseñó a dejar abierta la puerta de la sonrisa para superar nuestras carencias. Pulgarcito es un referente humorístico de la España franquista.
Manuel López Porras
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