domingo, 30 de enero de 2011

La Escuela olvidada.



LA ESCUELA OLVIDADA. VideoNos lo recuerda cada cierto tiempo el informe Pisa, nos lo dicen los profesores y lo cantan las notas: tenemos un problema, y grave, en este país con la educación. Aunque hemos ido enmendando algunos déficits históricos, éste se nos resiste. Y eso a pesar de que sería fácil mirar alrededor o buscar en un no tan lejano pasado propio para poder inspirarse. La revolución educativa en la España agraria y analfabeta de comienzos del siglo XX se produjo por consenso nacional y por el empuje de mentes brillantes, consolidándose antes de la guerra civil. Lo cuentan, con esmero y detalle, algunos nonagenarios supervivientes de aquella gran aventura educativa que fue el Instituto-Escuela, en un documento actual y apasionante dirigido por Sonia Tercero: 'La escuela olvidada', emitido en La 2.
Educar a un pueblo no es tarea exenta de peligros. La Escuela Moderna de Ferrer acabó con el fusilamiento de su promotor. El Instituto-Escuela terminó con la negación de sus estudios y de los títulos de profesorado por el franquismo. La memoria de aquella época dorada, encabezada por los Estalella, Cossío o Barns, permanece en mentes como las de Maragall, Oriol Bohigas o las hermanas Zuloaga que la recuperan con gusto ante la cámara. También hablan las cosas: los cuadernos ilustrados por los alumnos o los laboratorios conservados en el ahora Instituto Isabel la Católica de Madrid. En Sevilla y Valencia, los recuerdos fueron arrasados. Señala el experto británico Goodson que España desarrolló algunos de los experimentos pedagógicos más brillantes del siglo pasado. Los aplastó la guerra. Ahora, las tensiones partidistas y nacionalistas han puesto otra vez el sistema en crisis. La recomendación es mirar a las experiencias creativas y abiertas de los países nórdicos, los que mejor educan para el mundo actual. Dice Clara Eugenia Núñez que el nivel de renta de un país nos indica dónde se encuentra hoy y el de educación donde estará mañana. Un aviso para no demorar más el cambio educativo y recuperar aquella escuela olvidada.

Es un documental que repasa a lo largo de 56 minutos un siglo de historia sobre la educación en España, tomando como línea argumental el impulso modernizador que vivió nuestro país a principio del siglo XX, con el ensayo pedagógico oficial, mixto y laico del Instituto-Escuela.
El Instituto-Escuela nace en 1918 como experimento pedagógico dependiente de la Junta para Ampliación de Investigaciones Científicas (JAE), con el objetivo de buscar un nuevo sistema pedagógico para la reforma de la educación pública en nuestro país.
Influido por las corriente internacional de la Escuela Nueva y por los métodos practicados por la Institución Libre de Enseñanza, traslada la investigación a sus aulas, buscando la creación de un nuevo tipo de maestro y de alumno capaz de esenvolverse en la vida pública y de resolver los problemas de su país. Comienza su andadura bajo la dirección desde la Junta de Ampliación de Estudios de José astillejo, continuador de la idea de Giner de los Ríos de llevar las prácticas de la Institución Libre de Enseñanza a la enseñanza pública. María de Maeztu será la directora de la sección de primaria y Luis de Zulueta el encargado de la preparación de los maestros aspirantes.
En 1932, con la instauración de la II República, el Instituto-Escuela abre nuevas sedes en Barcelona, Valencia y Sevilla. Buscarán los mejores maestros entre los catedráticos e investigadores, que sean capaces de trasmitir el entusiasmo y la curiosidad por aprender a los alumnos.
‘La Escuela Olvidada’ hace un análisis caleidoscópico de la educación desde el punto de vista histórico, económico, pedagógico y político. El documental recoge el testimonio de ex alumnos, hijos de antiguos maestros, historiadores, pedagogos o economistas, que analizan el impacto que tuvo su creación . El experimento edagógico del Instituto-Escuela es un proyecto todavía vigente, cuyo sistema sigue siendo aplicado en países latinoamericanos como México, país que recibió un gran número de intelectuales y maestros exiliados por la dictadura. Una generación de docentes, que siguieron trasladando a nuevas generaciones de alumnos la ilusión por aprender y el compromiso con el progreso de una nación a través de la educación.

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