Un hombre cristiano pasó todo su dinero haciendo buenas obras. Cuando se hubo agotado sus fondos, pidió a la gente un préstamo. Cuando nadie le concedería una, se dio la vuelta a un judío. El Judío accedió a darle un préstamo, pero pidió un poco de seguridad. El cristiano ofreció María y Cristo como sus garantes, y el Judío aceptó las condiciones.
En presencia de testigos, el Cristiano mostró las estatuas de la Virgen y el Niño. El cristiano los tocó, y juró que estaba poniendo en garantía por su deuda. Él oró a la Virgen, pidiéndole que pagar el préstamo si él no pudo hacer los negocios de so. Sin embargo, se olvidó del préstamo hasta el día antes de tener que pagarlo.
[Puesto que él estaba muy lejos] que tenía un cofre construido, lo llenó con el dinero que le debía a al Judío, y la arrojó en el mar. El oró para que Dios guiase su destino. Al día siguiente, el cofre flotaba en el puerto de Bizancio.
El sirviente del Judío fue a buscar, ya que flotaba por, pero no se dio cuenta ello.reprendiéndolo, el Judío entró en el mar y se apoderó de él mismo. La llevó a casa y encontró el dinero en su interior. Él mantuvo este secreto de sus amigos y la escondió debajo de la cama.
Cuando el comerciante Cristiano llegó, el Judío exigió el dinero y amenazado de chantajearlo. El Cristiano afirmó que la Virgen iba a dar fe de que él había pagado el préstamo. Sugirió que van a la iglesia y el Judío de acuerdo. De pie delante de la estatua, el cristiano le pidió decir la verdad.
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