sábado, 10 de diciembre de 2016

043 Cantigas de Santa María.


Ermita de Salas ( Huesca )




Un hombre de Daroca tenía una esposa infértil. Ella sugirió que fueran en peregrinación a Salas y pidieran a la Virgen un hijo. Prometió a la Virgen que si tenía un hijo, le daría su peso en cera y lo ofrecería como siervo en la iglesia de Salas. La mujer quedó embarazada y dio a luz un hijo, pero no cumplió su promesa. El niño, que tenía siete años, contrajo fiebre y murió. La mujer y su esposo llevaron al niño muerto en un ataúd a Salas, donde lo acostó ante el altar. También trajo la cera que había prometido originalmente. Orando y gimiendo toda la noche, le pidió a la Virgen que reviviera al niño. Aunque el niño había estado muerto durante seis días, la Virgen lo hizo llorar desde su ataúd y lo devolvió a la vida. La gente abrió el ataúd y se agolpó para presenciar el milagro.








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