lunes, 12 de noviembre de 2018

182 Cantigas de Santa María



Un ladrón vagaba por el bosque, robando a las personas. Tomó todo lo que pudo, incluyendo pan y vino, y oro y plata.
 Sin embargo, el ladrón se dedicó a la Virgen, y nunca cometió delitos en la víspera de sus días festivos. Si alguien le preguntara algo en nombre de la Virgen, él lo haría.
 El ladrón murió repentinamente y una gran cantidad de demonios lo llevaron a la cima de una colina y lo golpearon gravemente.
 Su madre oró a la Virgen para que le devolviera la vida a su hijo. La Virgen lo resucitó, y lo salvó del infierno. Él obedeció su voluntad a partir de entonces.




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