domingo, 23 de diciembre de 2018

188 Cantigas de Santa María






Esta es de una doncella que tenía gran amor con Santa María, y, cuando murió, creyeron que había muerto envenenada y la abrieron y le hallaron en el corazón figurada su Majestad.
 "Corazón de hombre o de mujer que ame mucho a la Virgen, aunque quieran encubrirlo, Ella lo hace patente."
 De esto mostró un milagro, que os diré, al que hice buen son y estrofas, porque de él me pagué; y desde que lo hubiereis bien oído, sé de cierto que habréis de fiar mucho más en la Virgen.
 Esto mostró la Señora de prez por una doncella que muy de corazón, desde niña, la amaba y la servía de buen grado; por ello, tal amor le hizo que lo bien que la quería no se lo quiso por nada negar. Esta doncella amó tanto a Santa María que, aunque estaba en el mundo, por Ella lo despreció tanto que, por el ayuno que hacía, enfermó, y yació un mes entero sin probar nada de lo que le daban de comer ni de beber.
 Y, aunque no hablaba -según lo que he aprendido- si le hablaban de Santa María -como he oído- y se llevaba en seguida la mano al corazón. La madre creía que estaba gravemente enferma y que el poner allí la mano era como señal de que moría de mal de aquel punto. Y quiso Dios, que sin más, su bendita Madre se la fuese a llevar consigo.
 El padre y la madre de ella, cuando la vieron morir, creyeron que había sido a causa de un veneno, y la hicieron abrir, y le encontraron, dentro del corazón, sin mentir, la imagen de la Gloriosa, tal cual ella se la figuraba. Y de esto a Santa María dieron, por ende, gran loor ellos y todas las gente que en derredor estaban, diciendo: "Bendita seas, Madre de Nuestro Señor, que tu gran lealtad no tiene ni tendrá par."




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