Una mujer prometió darle a su bebé a la Virgen para servir en su iglesia. También prometió ofrecer una vela allí cada año. La mujer dio a luz a una hija ciega, y ella y su esposo se lamentaron por esto. Cuando la niña ciega llegó a la edad de diez años, su padre murió, dejando a su madre sola
La mujer estaba molesta y llevó a la niña a Salas. Ella oró a la Virgen, diciendo que si hubiera sabido que su hija nacería ciega, no hubiera querido tenerla. Ella le dio a la niña como sirvienta de la Virgen de Salas. Después de pedirle a la Virgen que restaurara la vista de su hija, la abandonó allí.
La Virgen curó a la niña al instante y se quedó en la iglesia, barriéndola diligentemente como le habían ordenado.
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