Cudejo ( Cantabria )
Un hombre estaba tan lisiado que no podía usar sus extremidades y estaba confinado a la cama. Rezaba a la Virgen continuamente.
Ella se le apareció y le dijo que se llevara a la iglesia. Ella le dijo que cantara su misa y le prometió que tan pronto como viera el Cuerpo de Cristo, él sería sanado.
Le pidió a la bella figura que se identificara, y ella le dijo que era la Madre de Dios. Entonces ella se fue. El hombre hizo lo que ella le había ordenado y se curó.
Corrió directamente hacia el altar y todos comenzaron a alabar a la Virgen.
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