domingo, 8 de julio de 2018

165 cantigas de Santa María. Tartus ( Syria )




El sultán Bondoudar, que tenía Egipto, Alepo, Damasco y La Chamelle, estaba constantemente en guerra con los cristianos y tratando de dañarlos.
Él envió a sus espías a mezclarse con los cristianos. Le informaron que si ganaba a Tartus, obtendría un gran premio. Dijeron que la ciudad estaba mal defendida. El Sultán se acercó a Tartus con un gran ejército.
Él confirmó que había pocos hombres en la ciudad. La gente de Tartus, al ver que el ejército del sultán se reunía contra ellos, estaba seguro de que morirían. Fueron a la iglesia y rezaron a la Virgen para salvarlos del infiel.
Al día siguiente, el Sultán ordenó a sus tropas tomar la ciudad. Sin embargo, cuando fueron a atacar, encontraron que todas las puertas, barbacana y pared estaban atestadas de hombres armados. El sultán llamó a su espía moro y lo reprendió por decir que la ciudad no estaba preparada para el ataque.
 El moro tuvo mucho miedo y le dijo al sultán que los caballeros blancos que defendían la ciudad fueron enviados desde el cielo. El sultán le preguntó cómo habían llegado allí, y el hombre respondió que habían venido por orden de la Virgen.
 Él dijo que ella tenía una iglesia en la ciudad, cerca de las paredes, junto a la playa. El Sultán le recordó que en el Corán dice que María siempre fue virgen. El Sultán juró que no haría guerra contra ella. Después de hacer una generosa donación a la Virgen, el Sultán partió de la ciudad.



En Sol menor




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