domingo, 25 de noviembre de 2018

184 Cantigas de Santa María



Esta es de cómo Santa María libró de la muerte a un niño que yacía en el vientre de la madre.
 "La Madre de Dios tiene en sí tan gran virtud que a los suyos socorre y da salud."
 Y de tal razón como ésta os diré un milagro muy hermoso que hizo la Virgen, Madre del Rey poderoso, en tierra de Santiago, en un lugar montañoso, donde vivía una mujer que preñaba a menudo de su marido, pero a ella, por sus pecados, cuantos le nacían, así hijos como hijas, le morían todos inmediatamente: pero sus maravillas mostró la Virgen Santa María, que a los suyos socorre.
 Ella, con pavor por ello, y como estaba preñada, se encomendó a la Virgen, la madre de Dios honrada, para que la guardase y que no tuviese daño, diciendo: "Dame a mi hijo, que me ayude a vivir bien."
 Haciendo esto ella, el demonio, lleno de envidia, maquinó que su marido tuviese pelea con otros, y le hirieron en el pecho tan gravemente que murió, que así le sucede a quien no tiene quien lo proteja. Ella, cuando vio que herían de muerte al marido, se le echó encima, y la hirieron entonces tan fuertemente por el costado que se murió, tal fue su suerte.
Pero el hijo salió por la llaga, y hacía falta engrudo para la llaga que le había quedado en la cara que le había hecho el cuchillo que había matado a su madre. Pero quiso Santa María, a la que lo había encomendado su madre, que no muriese ni fuese en ataúd y que le quedase la señal de la llaga, para que probase este hecho y siempre todos se dediquen a loarla.



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